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sábado, 9 de febrero de 2013

CARTA CAMBIO CLIMÁTICO

Recuerdo cuando de pequeño mis padres me llevaban a la costa de Málaga. Desde la orilla con mis amigos capturaba caballitos de mar. Eran pequeños y muy lentos. Después de dejarlos un largo tiempo en un cubito con agua de mar, al finalizar el día los devolvíamos al mar para que siguieran creciendo.

Prácticamente cuando me case decidimos mi mujer y yo ahorrar para poder comprar una apartamentito en estas playas. Ya no hay caballitos de mar y mucho menos en la orilla. Una de mis aficiones es la pesca submarina. Comencé de pequeño con pequeños peces y pulpos que se escondían entre las rocas a pocos metros de la arena donde ponemos las toallas. A día de hoy has de bucear mucho para poder encontrar algo que merezca la pena.

Este descenso de especies y algas los lugareños lo acusan a la construcción masiva de la costa, las lanchas y los bañistas en tromba pero mi vecino Alemán, Bernhard, insiste en el cambio climático. Dice que está demostrado que el incremento de temperatura superficial observado en el mar durante las dos últimas décadas ha podido influir, directa e indirectamente, en las poblaciones de peces, sobre todo en las pelágicas como la sardina, anchoa, bonito, etc. Estos efectos se pueden observar por cambios en la producción y capturas, y en la distribución de las especies, donde se ha detectado, en las últimas décadas, una disminución significativa de la producción primaria. Me tiene casi convencido.

Bernhard está jubilado como yo. Pasamos largas tardes en la playa hablando del mar. Fue ingeniero en una multinacional Alemana durante prácticamente toda su vida laboral y es un enamorado de las cifras y datos. Se las sabe todas y como a mí me dan igual es difícil rebatirle aunque me entretienen. Está obsesionado con el cambio climático y las energías renovables. En cuanto tiene un hueco en cualquier evento de la urbanización pregunta;
-                      ¿A que no sabéis cuantos kg de CO2 emite comerse una hamburguesa?... Pues 2,5kg. Y una ducha de agua caliente…. Pues 2.6Kg y en un año 182Kg. Claro si en vez de haber puesto estos calentadores tuviéramos placas solares esto no ocurriría.

A mí me interesa más que no me bajen la pensión y los pólipos que me detectaron el año pasado. Después de tantos años trabajando merezco vivir una jubilación en plena salud.

La última conversación con Bernhard y Antonio fue fantástica. Me decía que el futuro energético pasa por las renovables en Europa y en el mundo. El cambio climático no es una suposición sino que esta contrastado y que en gran parte se debe a la cantidad de CO2 que emiten las empresas para generar electricidad. Por otro lado el planeta tierra no sostiene que todos tengamos dos coches, viajemos en avión una vez al año y tengamos a 26º nuestras casas en inviernos. Somos cada vez mas y el sistema no estaba preparado para tantos.

Lo mejor es ser austero, con los vehículos y la movilidad, con la luz y el gas y en general con los ritmos de vida elevados. El que cada vez haya menos fauna en el mar es un efecto de todo esto, digan lo que digan Antonio y Luis, mis otros dos amigos, malagueños de pura cepa.

Antonio no se lleva bien con él. Dice que o aprende bien español o que se vaya a su país. Su problema principal radica en comprarse un Mercedes clase C. Toda la vida trabajando y se morirá sin su Mercedes Clase C. De los eléctricos no quiere ni hablar ni de la eficiencia de Bernhard.

-                 -Ezo no zon cosses, coño!, zon carricoses o argo peor. Y el aire acondisionao?

Ayer a Bernhard le dio un ataque al corazón. Hubo que llevarle al hospital a 180 Km de nuestros pisos en mi coche. Durante el trayecto no hablaba nada y fue lo que me preocupó, no me tenía acostumbrado a eso, siempre hablaba de datos y ahora únicamente indicaba que le dolía mucho el pecho. Tenía el color blanco de la muerte. Le hicieron unas pruebas y le envían a Alemania para que le operen cuanto antes. Luego, si todo va bien, cada seis meses deberán testearle hasta que en dos años le den el alta definitiva. No es muy oportuno hablar del CO2 que emitirán estas actividades.

Cuando se lo conté a Antonio ya sabía lo que me iba a replicar;
-                -Ozú, menos mal que había un cose. Zi llegamo a tener que llevarlo en un eléctrico de esos, ze nos quea el cabezicubo en la mitá der trayesto.

Bernhard ha vuelto de Alemania. Sin datos. Sin ánimo. Al final me dijo que estaba convencido que el sistema no funciona. Sin el moriríamos como en la edad media. Con el no acabaremos este siglo.

Faltan compromisos, ya llegamos tarde.