Para operar sistemasTI

Si uno deja las puertas de su Datacenter cerradas no es para que sus sistemas vivan más años, sino para vivir mejor ahora mismo y no tener que resollar como una foca al verse obligado a dar 200 usuarios mas de alta de un dia para otro. Si uno optimiza en pequeña cantidad las ampliaciones de infraestructuras y no adquiere almacenamiento sin control, servidores de torre y maquinas de aire acondicionado por si acaso este verano, no es para no trabajar menos o dar mejor servicio a sus usuarios, sino para respetar su profesión y de paso al medio ambiente y no someterse a la humillación de tener que explicar a su compañía donde se van los cuartos y el CO2. Si en lugar de apoltronarse ante su buzón de correo para recibir indefenso su descarga diaria de spam, uno se mueve, asiste a conferencias de interés tecnológico o se machaca en redes profesionales tipo linkedin, no es para exhibir en la oficina un dosier de innovacion sostenible o presumir de gadgets frikis ante los amigos en el bar, sino para sentirse con mentalidad flexible y no verse obligado a gemir una blasfemia al tener que configurar el cortafuegos del PC de su suegro. Si se renuncia a habitar espacios cerrados de comidillas laborales que huelen a aliento fétido, y se inspira aire fresco y limpio que retroalimente ideas innovadoras, esta actitud sólo tendrá sentido si además de purificar las neuronas con oxígeno verde, uno busca que la tecnología entre a formar parte del espíritu de mejora contínua. Cuando se explotan sistemas en producción, monitorizar, encuestar a los usuarios y renovar tecnolgías con dos dedos de frente, sirve para garantizar la calidad de ahora mismo, puesto que la eternidad cabe entera en el día de hoy, sin esperar a mañana que ya veremos. Mientras el servicio IT funcione de forma saludable seguirá siendo "inmortal". Los últimos años que le resten en su paso por el DataCenter o la nube, si se ha convertido ya en un desecho inaccesible, puedes regalárselo al chatarrero. Estas reglas sólo atañen a la infraestrucutra, pero hay que acompañarlas de una sencilla disciplina de proceso si se pretende llegar más allá. El ambiente degradado por errores de configuración en los sistemas al permitir que cualquiera meta mano, es mucho más venenoso que el óxido de carbono. Prohíbete respirar ese aire. Aléjate del tecnólogo indisciplinado por mucho conocimiento que tenga, sólo busca amargarte el día, y usa tu nuca como basurero psíquico para depositar en ella su frustración. Nunca discutas con el creyente que lleva en el bolsillo el último informe de estudio sobre tendencias. Su fanatismo seguro que no siempre encaje en tus infraestructuras. Guárdate del que pretende darte lecciones con una verdad absoluta sacada de las mejores practicas de ITIL o con un bate béisbol. Son dos formas de partirte la cabeza. Y si un friki con halitosis te señala con el dedo, huye y no te detengas hasta que veas que en el horizonte hay alguien con una versión de aquello con su correspondiente service pack 2.